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Geografías construidas:
ARQUITECTURA DE SUEÑO
Bryan Emanuel y Christos Ganos
Arquitectura: Robert van Embricqs
"¿Qué es la belleza? Ciertamente nada que se pueda calcular o medir. Siempre es algo imponderable, algo que se encuentra entre las cosas". - Mies van der Rohe
¿Habla un arquitecto de belleza? Desde el principio, trozos de conciencia, los filósofos tomaron el escenario occidental para volar frente a la estética, y explicaron la realidad en términos de materia. La materia tenía sentido por su funcionalidad. Lo que es verdad vivió en la casa de lo que se usa mejor. La bonita organización de la filosofía, un Alejandro Magno, feliz e hinchado, bloqueó el sol. La filosofía tradicional no ha sido amigable con el arte. El propio Platón desconfiaba de la naturaleza inspiradora del poeta porque su producto, soplado desde alguna tierra poco clara, no estaba circunscrito por la comprensión absoluta. Se ha dicho que la filosofía desde Platón solo ha sido una serie de notas al pie. Amén. La tiranía de la funcionalidad nunca perdió fuerza. Qué galón entonces de la construcción de arte para ser, como dice Oscar Wilde, inútil. Pensar en lo que sea que esté entre medias. El arte del surrealista se basaba precisamente en la experiencia del sueño, donde individualmente una narrativa sopla desde alguna tierra poco clara. Una experiencia formativa ocurrió para Salvador Dalí mientras se desplazaba en un barco. Mientras se desplazaba, observó un cambio, en cada momento, en la formación de una formación rocosa distante. Percibió del único objeto: su alteridad. Ser, si estético, era dinámico. El movimiento del ojo y la complejidad del objeto es un fuego heraclítico, devorando el no ser, continuamente. Donde hay una ausencia, allí se llena nuestro sueño. Lo que es cierto es una maravilla arquitectónica, en el giro de lo desconocido.
En Dream Architecture, el espacio geográfico se manipula y remodela de acuerdo con las necesidades individuales. Es una transformación operativa de la imaginación en realidad y una recodificación sinestética a la experiencia. Los paisajes ya no recuerdan al duplicado virtual encontrado en realidades paralelas, sino que se transforman en relaciones tácticas: material oneírico de compromiso corporal. El doble neural/visceral impermeable se entrelaza en un proceso de etapas intermedias recursivas, se cristaliza en algún lugar intermedio. Allí, surge una nueva topología donde la arquitectura transgrede la frontera del beneficio monetario y regresa al santuario de la energía libidinal, en nuestros términos: el instinto de vida cortical. Las imposibilidades ya no están dictadas por las restricciones de construcción, sino por los límites de la interpretación multidimensional.
La arquitectura de ensueño es lúdica y errática; se asocia con el surrealismo, pero no está limitada por su carácter. Ofrece multiplicidad sobre el doble real/surreal, no extensión ni transformación, sino elementos adicionales de variabilidad transcrita en un juego de geomancia invertida. En palabras de Ezra, la libra está bastante fuera de lugar en medio de la resistencia a las exacerbaciones actuales. Dream Architecture produce una armadura contra la consternación total.
Si la evolución cerebral se traduce en control inhibitorio, la arquitectura del sueño transgrede, procede y gira en torno a la desinhibición. Desenredado de la sofocante noción de necesidades físicas vestigiales y optimización del rendimiento, se vuelve supererogatorio, pero también eclíptico. La arquitectura de ensueño convierte el enmascaramiento singular de la compulsión creativa; no se basa en la pasión, que en su extremo conduce a la malevolencia y la calamidad, sino que es lo contrario de eso. No se limita a la necesidad de propiedad, sino que se ocupa de la eliminación de fronteras. Resumió las impresiones sumergidas, más que un equivalente a las neurosis que emergen en un frenesí de construcciones incrédulas.
PROYECTOS
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